miércoles, agosto 29, 2012

Carlos López Dzur / «Cuentos sediciosos y bolivarianos»



LA LEY DE LA PISTOLA Y EL GOBIERNO «PARA SIEMPRE»

«Let us not insult the free and gallant citizens of America with the
suspicion... (...) the advantage of being armed, which the Americans
possess over the people of almost every other nation forms a barrier
against the enterprises of ambition»
: James Madison, Frag. «Federalist» No. 46

   1.

Ahí tiene usted a James escribiendo papeles federales en nombre de...
¿cómo dice él? gente libre y galana. Que hay que hacer una
Constitución que sirva y que lo que se ha escrito, aún para ésta, es
frágil. Se está escribiendo la Constitución y, como la Nación es muy
grande, cada Estado quiere lo suyo y ninguno está de acuerdo con
nada... Bueno, en fin, que está James Madison filosofando sobre leyes
y cómo dar a cada ciudadano una pistola.

Timidón como es, aunque ¿sabe usted? James no tiene pelos en la lengua
y es por eso que se contradice (hastta es mejor no hacer una
Constitución de mierda
y tirar a la cloaca este borrador del Plan de Virginia) «Y no me
llamen Padre de la Constitución: al final, cuando yo no esté, si digo
que un Gobierno Federal debe ser fuerte, una-republiquita-menor de las
que llama 'Estado'; / State / querrá imponer lo suyo, echarse su
berrinche contra el Gran Gobierno, suma de otras voluntades; no no me
llamen Padre de la Constitución.

Uno se cansa de mentir de que somos un montón de políticos buenos,
hábiles oradores y abogados y a la hora de la verdad, todos y cada uno
están vendidos a diferentes intereses, o facciones, unos en pro de
latifundio, otro en pro de esclavitud, o comercio con los enemigos y
la justicia, a la cola, a la mierda, a la cloaca».

    2.

      «The Constitution was not, like the fabled Goddess of Wisdom,
the offspring
      of a single brain. It ought to be regarded as the work of many heads
      and many hands»
: James Madison

Y, desde Nueva York, le escribió a Hamilton diciéndole que lo que
anhela como ley debe ser «Para Siempre»: Una carta de Derechos que
diga que hablar es gratis y que se haga libremente, que sea un derecho
público porque un pueblo de mudos no sirve para un carajo, que haya
habeas corpus y demósle una pistola a cada ciudadano porque, aunque yo
digo que somos ciudadanos galantes me sospecho también que unos
cuantos no son caballeros. Hay que tener el derecho de volarle los
sesos a los hijos de las gran puta.

No, amigo Hamilton, no Washington. Ese gobierno nacional del que
hablan se nos irá de las manos; las Grandes Burocracias, el Ejército
Nacional, un Ejecutivo demasiado independiente, protagónico, activo, y
se aplasta a la gente y se alojan las cucarachas, anónimas
corruptelas... ¡ay, carajo, Alejandro, ya no me gusta ésto, yo soy más
proviciano.

Una ciudad pequeñe que sea estado suficiente y yo le escribo una
Constitución que ni tenga ejércitos ni banco. Todos con una pistola,
sí, para que se limpie a solas de corruptos y resista al gobierno
mismo si vuelve enemigo popular. Y lo que se diga en la ley que sea
«For ever». Pistolas para siempre, sí.

    3.

Lo que pasa, James, es que los británicos son unos ardidos,
buscabullas, y vendrán a jodernos. Odian a Francia y nosotros con
Francia tenemos una alianza y el inglés dirá: «Con ellos o con
nosotros». Lo que pasa, James, es que esos piratas ingleses son más
fuertes que lo que tú has creído y quieren guerra (y si guerra
quieren, se la damos ya que asaltan a nuestras embarcaciones,
obstruyennuestro comercio) y hay que tomar represalias, hacerlo ahora
o nunca, si acaso no queremos que se repita el coloniaje.

Y tú no crees que somos vulnerables. La pistola la necesita la Patria,
no el ciudadano galante, rompe-esquina que deambula por la calle. Un
mono loco y presumido que se toma la justicia en sus manos.

       4.

Y George dijo: «Guerra por motivos de comercio, yo no quiero; hagamos
comercio mejor con los ingleses; el comercio forja amigos donde los
cañones derraman la sangre».

«Pues, yo me opongo al Jay Treaty», dijo James el pistolero desde el
mismo año del 1794, porque yo soy un ciudadano libre y galante y me
gusta la pistola en el cinto y el británico maldito por mis labios.

Entonces, Hamilton le dijo: «Contigo no se puede, James; tú no
comprendes un gobierno central para tratar estos casos; yo sí soy
federalista y tú, demócrata de paja, republicano de blando ccrrizo;
eso sí, con pistolita en la mano».

Ya, enojados aquellos fundadores de constitucio-nalismo, hicieron sus
partidos, uno el Federalista y James Madison, algo que se llamó
Demócratas Republicanos. por lo general se hacen para oprimir al
 que pretenden servir, o les vale de pretexto?
¿Para qué James echarle pedos a Jefferson si el gobierno nacional era
débil cuando estalló la Guerra de 1812 y entonces lo entendíste y
dejaste de teorizar, Madison como pendejo: ah sí, hace falta una
Marina realmente armada y un Banco Nacional, ah sí, en Defensa
Nacional.

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Del libro: «Cuentos sediciosos y bolivarianos»
de Carlos López Dzur
http://www.galeon.hispavista.com/carlosdzur1998/enlaces2650316.html